14906944_1814857475439429_4392925630027687723_nNo hay una sola razón por la que los gatos llegan a morder a una persona. En general, morder forma parte de la conducta natural de los gatos y pueden aparecer cuando caza, en conflictos sociales y durante el juego. En caso de mordidas hacia personas, los escenarios más comunes son las sesiones de juego y de caricias. Sin embargo, los gatos pueden morder a una persona también por miedo, por frustración, o para llamar la atención, e incluso en ocasiones, por un problema médico.

Porque no ha aprendido a jugar bien.
Los gatos jóvenes, llenos de energía y ganas de jugar, que todavía no han aprendido a jugar sin hacer daño, a menudo muerden durante el juego. Especialmente si no han tenido la oportunidad de aprender con su madre y sus hermanos: la gata o los otros gatitos dejan de jugar si el juego se hace muy violento y de esta manera los gatitos aprenden a jugar sin morder. Si además la persona juega moviendo las manos o los pies para que el gato los atrape, su tendencia a jugar bruscamente aumenta.

Porque no quiere que se le toque.
En algunos casos, durante una sesión de mimos, los gatos se ponen tensos de forma repentina y pueden llegar a arañar o a morder la mano que les está acariciando. Respecto a esta conducta típicamente gatuna existen muchas hipótesis:

Algunas lo relacionan con el carácter social de los gatos. Tras un pasado de animal solitario, los gatos se han vuelto más tolerantes a la presencia de otros gatos y de personas gracias a la domesticación, sin embargo, no son una especie altamente social como los perros. Así pues morder puede ser la forma en la que el gato pone fin a una sesión de mimos que ha superado su nivel de tolerancia. La tolerancia a los mimos es especialmente baja cuando la persona le toca zonas prohibidas como la barriga o las patas.

Otras teorías explican que los gatos se relajan tanto durante los mimos que se duermen y al despertarse, de repente, no reconocen la situación, se asustan y muerden.

El miedo hacia la persona que lo acaricia o la falta de familiaridad son otras explicaciones posibles. Así como la posibilidad de que la persona haya interpretado mal las intenciones del gato y haya empezado a acariciarlo cuando, en realidad, este quería jugar.

En algunos casos la reacción de morder puede estar relacionada con un problema de salud: dolor, malestar o hipersensibilidad de la piel.

Porque ha visto un gato al otro lado de la ventana.
Algunos gatos muerden a una víctima que en realidad no es la que ha provocado su estado de irritación. Es lo que se llama agresividad redirigida. Este es un tipo de agresividad muy frecuente y aparece cuando el gato detecta la presencia de algún estímulo ambiental o social, entra en un estado de excitación y desarrolla una motivación agresiva.

Entonces, si lo que ha provocado esta excitación no es accesible, por ejemplo si se trata de un gato desconocido que ve a través de la ventana o de un ruido fuerte, el gato puede acabar redirigiendo el ataque hacia otro individuo que esté al alcance, y que a menudo es una persona que intenta intervenir para parar al gato en el momento de máxima tensión. La facilidad con la que los gatos reaccionan de esta manera es la razón por la que nunca hay que intentar tranquilizar a un gato en este estado de excitación.

Porque tiene miedo.
Algunos gatos tienen miedo a las personas. El miedo puede ser consecuencia de una actitud asustadiza relacionada con la genética del gato, pero también puede ser el resultado de sus experiencias, especialmente de las sucedidas en edades tempranas.

Entre la tercera y la novena semana de vida el gatito atraviesa la llamada etapa de socialización, una etapa de desarrollo fundamental para determinar cómo será su comportamiento social. Es importante que durante esta etapa el gatito tenga contacto con personas y que ese contacto sea adecuado. Estas interacciones serán clave para su capacidad de relacionarse.

Aunque esta conducta puede formar parte de la naturaleza del gato, las mordidas hacia una persona no se deberían subestimar y, tanto si un gato muerde o muestra otros signos de agresividad dirigidos hacia las personas, es aconsejable que un veterinario especializado en conducta analice su comportamiento, averigüe su motivación, establezca si se trata de una conducta normal o anormal y proponga un tratamiento personalizado.

Fuente:www.trueinstinct.com/