1375981_947173115295242_6117613869032397533_nEste pequeño de aspecto enternecedor y carácter travieso guarda en su interior dos almas: la del imponente y enérgico perro de defensa y la del gentil y encantador animal doméstico. Deberemos ajustar su educación en función de qué faceta queramos potenciar.

Un diablillo travieso
El cachorro bóxer es un perrito muy travieso y juguetón. Está lleno de vitalidad y le gusta demostrar su alegría de vivir con grandes aspavientos. Desborda energía y es muy dinámico, de modo que en muchas ocasiones puede comportarse de forma revoltosa. Por ello, es muy aconsejable sacarlo a dar grandes paseos, de forma que pueda quemar energía y hacer de las suyas en un entorno abierto. De lo contrario, no nos deberá extrañar encontrarnos en casa cortinas y muebles mordisqueados, ropa limpia revuelta y sucia por culpa de su tendencia a husmear, etcétera. No alcanza la madurez psíquica hasta los 18 ó 20 meses. El bóxer es un perro que conserva durante toda su vida un temperamento de cachorro, por lo que la educación es de capital importancia para esta raza.

La importancia de la entonación
Para una correcta educación, es importante que el tono de voz sea siempre el mismo y demuestre autoridad, de forma que esa entonación se convierta en su referencia. La voz debe ser pausada y transmitir serenidad al mismo tiempo que firmeza y seguridad, ya que el bóxer cachorro es muy receptivo a las tensiones nerviosas y tiende a reaccionar en consecuencia. Durante el adiestramiento, es aconsejable practicar los ejercicios en un lugar tranquilo y apacible, sonde no existan demasiados estímulos sensoriales que puedan desconcentrarlo.

Una educación coherente
El bóxer no es un perro rebelde. Tiende a obedecer a su dueño y, de hecho, no soporta estar en desacuerdo con él, siempre que lo que se le ordene sea coherente y claro y esté justificado. Para una correcta educación, por tanto, es muy importante que lo que un día está permitido al día siguiente también lo esté, porque de lo contrario el perro se desorientaría y se sentiría frustrado. Las sesiones de adiestramiento deben ser breves y regulares, ya que la capacidad de concentración del cachorro es muy limitada. Conviene repasar ejercicios y lecciones periódicamente, y nunca pasar a otra cosa si no ha asimilado la anterior. Es muy recomendable alternar ejercicios y juegos, de forma que por un lado gaste energía y por otro vea recompensado su esfuerzo.

¿Perro de defensa o animal de compañía?
Una de las primeras cosas que debe plantearse el dueño de un cachorro bóxer es si quiere hacer de él un perro de defensa o bien busca en su nuevo compañero un animal de compañía. De la respuesta a esta pregunta dependerá en gran medida el tipo de educación que habrá que darle. En caso de que esté destinado a la defensa, a partir de los 12 meses conviene prepararlo para pasar el test de aprobación por el adiestrador. Después de los 15 meses realizará una prueba de resistencia. A los 18 meses deberá superar unas pruebas de carácter y de examen morfológico.

El problema de la mortandad
Lamentablemente, esta raza presenta una elevada mortandad perinatal. De hecho como, un 20 % de los que nacen muere durante los primeros 50 días de vida, según un estudio realizado por el Veterinary Record. Este porcentaje es similar en otras razas braquicefálicas. Una de las principales causas de ello es que el cráneo del bóxer es muy ancho, lo que provoca problemas en el momento del parto. Por otro lado, es común la patología relacionada con defectos de oclusión del paladar y cavidad nasal.

Fuente: www.affinity-petcare.com