imagesUna de las primeras órdenes que un perro debe aprender es la de acudir cuando se le llama, sea cual sea su raza. Hay ocasiones en las que una rápida respuesta puede salvar situaciones comprometidas.

Acudir con celeridad
Un perro educado ha de responder a las órdenes que le da su propietario, pero si hay una que debe obedecer con celeridad es la de acudir cuando se le llama. Es imprescindible que acate esta instrucción inmediatamente tanto por la seguridad de otros, como por la suya propia. Durante un paseo, el perro puede llegar a estar en una situación de peligro, bien porque vaya a cruzar la calle, cerca de perros que pueden iniciar una pelea, porque se acerque a una zona de basura y comience a olisquear e incluso porque quiera comer algún alimento que con toda probabilidad no esté en buen estado, o porque esté en el campo y pueda haber sitios que entrañen cierto riesgo. Por otra parte, también puede estar en situaciones donde pueda acercarse a algunas personas a las que no les agrade tenerlo cerca.

La orden ha de ser corta y enérgica y debe incluir también su nombre, que tampoco debe ser muy largo, sobre todo si se trata de perros guardianes.

El adiestramiento adecuado
Es importante comenzar desde pequeños para que lo aprenda como un juego. Además, es más probable que un cachorrillo pueda verse envuelto en problemas debido a la inexperiencia. Es cierto que algunas razas tardan más que otras en aprender la disciplina, pero hasta las más independientes consiguen interiorizarlo, solo hay que armarse de paciencia. Para lograr el objetivo es importante seguir algunos pasos básicos.

1. Escoger una orden de llamada que sea siempre la misma
Con 1 ó 2 palabras cortas, e incluir siempre su nombre en la llamada. En caso de razas de perros guardianes es mejor darle un nombre corto, de un par de sílabas, para facilitar esta orden.

2. Insistir hasta que lo cumpla
No dejar de dar la orden porque desobedezca, lo que puede ser habitual durante las primeras fases del aprendizaje.

Si se acompaña de un gesto, que siempre sea el mismo
Y que no pueda ser confundido con otra orden. Palmear el muslo o levantar el brazo y bajar la muñeca hacia dentro son las dos opciones más comunes.

Las sesiones de entrenamiento han de ser cortas y, preferiblemente, en el mismo lugar y conviene comenzar con una distancia pequeña e irse alejando hasta permitir que se aleje. También hay que tener en cuenta que, al principio, las golosinas son una buena herramienta para empezar el adiestramiento pero deben irse retirando y favorecer que responda a cambio de una actitud de reconocimiento. Es posible que durante el paseo no obedezca si no recibe el premio al que está acostumbrado. Debemos utilizar premios o golosinas hasta que estemos seguros de que el hábito está totalmente instaurado.

10389234_958642904148263_6637485827032418154_nActitud durante el paseo
Cuando se saca al perro a la calle y se le permite ir sin correa es porque ya tiene una educación asimilada, y la orden de acudir no es un problema. En las primeras salidas puede ayudarse de una correa larga y permitirle que se aleje un poco antes de darle la orden. Si no responde, la correa servirá para ayudar a retenerlo. En este momento de desobediencia no hay que reñirlo, ya que si no asociará llamada a castigo. A medida que vaya asimilando la orden, las distancias pueden irse alargando y también se podrá retirar la correa. Los sitios poco transitados son los más recomendables para el entrenamiento.

Hay que evitar también las llamadas alteradas o nerviosas y dar la orden con firmeza pero con serenidad. Y es necesario practicar varias veces durante el paseo, ya que si solo se le llama al final él lo asociará con el fin de su tiempo favorito y no responderá.

El perro cazador
En caso de un perro adiestrado para la caza, no hay duda de que la llamada se trata de una orden básica. En esta situación, lo habitual es que pueda encontrarse a distancias más grandes por lo que será necesario usar el gesto de llamada. Una buena opción es utilizar un silbato, aunque solo se debe usar para este fin y no para otra orden, ya que le confundiría.

Fomentar la comunicación con el perro
Si prestamos atención a nuestro perro, nos daremos cuenta de que siempre está pendiente de lo que hacemos o decimos. Uno de los centros de interés de la mente del perro es establecer un buen canal de comunicación con nosotros. Sentir que forma parte del equipo, que es una parte importante, que nos preocupan sus necesidades y frustraciones, igual que a él le preocupan las nuestras. Para ello es fundamental comunicarnos eficazmente con él, y el proceso de educación en general, y el de responder a la llamada en particular, será sencillo si aprendemos a entender su lenguaje como él entiende el nuestro.

Fuente: www.affinity-petcare.com