14344080_1790834131175097_2211949152259003882_nLa habilidad de los gatos de caer sobre sus patas depende del llamado reflejo de enderezamiento. Los gatitos empiezan a desarrollarlo a partir de la tercera y cuarta semana de vida y lo perfeccionan alrededor de la sexta y séptima. Gracias a este reflejo, los gatos que caen al vacío realizan en el aire un movimiento giratorio con el cuerpo que les permite acabar con las patas apuntando hacia abajo, incluso cuando han caído de espaldas.

¿Cómo funciona el reflejo de enderezamiento?
Este reflejo se activa gracias a la estimulación del vestíbulo, una estructura sensorial ubicada en la parte interna del oído, que es capaz de detectar y comunicar al cerebro la posición de la cabeza y el movimiento al que está sometida. Cuando se activa el reflejo la cabeza empieza a rotar para recuperar su orientación normal. Mientras la cabeza gira, el gato recoge las patas delanteras y estira las patas traseras y la cola, empezando así la rotación del cuerpo. La parte delantera del cuerpo gira hasta 180º mientras que la parte trasera gira en dirección opuesta. A medida que sigue cayendo, el gato realiza el movimiento inverso, estirando las patas delanteras y recogiendo las traseras.
Durante la caída el gato flexiona también la columna vertebral permitiendo así que la parte delantera y la parte trasera del cuerpo del gato giren según ejes diferentes. Gracias a este reflejo, para cuando llega a tierra, el gato ya se ha estabilizado y está preparado para recibir el impacto y amortiguar el golpe con la columna vertebral arqueada y las cuatro patas apuntando hacia abajo.

Reflejo, agilidad y sentido de la vista.
Detrás de este reflejo no está sólo el sistema vestibular de los gatos, sino también su gran agilidad. Su columna vertebral especialmente flexible permite este movimiento giratorio.
La cola ayuda a estabilizar el gato en la caída pero no parece ser determinante para darse la vuelta con éxito ya que incluso los gatos sin cola, como los de raza Manx o Cymric, pueden enderezarse en las caídas. Lo que sí parece fundamental es la vista, como mínimo en la fase en la que el gato todavía está perfeccionando el reflejo: una vez perfeccionado, incluso con los ojos vendados, un gato podría enderezarse en el aire.

Por algo dicen que tienen 7 vidas.
Gracias al reflejo de enderezamiento, la mayoría de gatos sobrevive a caídas que resultarían fatales para una persona. De hecho varias estadísticas dicen que los gatos sobreviven después de caer al vacío en más del 90% casos. Si lo comparamos con los humanos, en general, son muy pocas las personas que sobreviven al caer de una altura correspondiente a un sexto piso o más, mientras que muchos gatos han sobrevivido a caídas mayores. Existe incluso el caso de una gata que se precipitó desde el piso 32 de un edificio de Nueva York y no sólo sobrevivió, sino que se levantó de la caída con lesiones mínimas.

El síndrome del gato paracaidista.
Pero, que los gatos tengan capacidades para sobrevivir tras una caída desde una gran altura, no quiere decir que siempre se levanten ilesos de la caída. A pesar de algunos casos excepcionales, la mayoría de gatos que cae desde una altura superior a 7 metros (equivalente a 2 pisos) acaba con múltiples lesiones. Estas lesiones son tan características que, en el ámbito veterinario, se conocen con el nombre de síndrome del gato paracaidista o del gato volador.

Los gatos ingresados por este síndrome suelen tener menos de un año y a menudo han caído mientras cazaban un pájaro o un insecto, han resbalado caminando por una barandilla o por la repisa de una ventana o han tomado mal las medidas al saltar cerca de una ventana o en un balcón. Para los gatos es natural voltear en aire hasta caer de pie pero no hace falta poner a prueba su instinto de supervivencia con caídas que se podían haber evitado. Por esta razón hay que tener cuidado y especialmente cuando llega el calor es muy recomendable proteger ventanas y terrazas con mosquiteras, rejillas o persianas o evitando que el gato tenga acceso a ellas sin supervisión.

Fuente: www.trueinstinct.com